Yo no creo en el teletrabajo
No, no creo en el teletrabajo. Creer supone un salto de fe, una creencia de la que no hay evidencia absoluta, un axioma. Por eso no creo en el teletrabajo, porque no es una idea, sino una realidad. Tal vez pensábamos que era una realidad futura, lejana, pero la crisis del coronavirus la ha empujado[…]